martes, junio 13, 2006

Siempre he tenido miedo de estudiar arte, ha sido la unica certeza a lo largo de toda mi vida, el estudiar arte, pero siempre con ese miedo detrás.
Jugar y revolver los sentimientos es un riesgo, hacer una profesión de ello es un suicidio, después de toda la crisis y de replantear lo que busco tanto del arte como de mi misma, estoy consciente de la apuesta que esto significa, al final apostarle a un sueño y a lo que se cree es doblemente riesgoso se gana o se pierde todo…
Edward Munch, a pesar de todas mis crisis ha sido una constante, a pesar de que mi gusto se ha transformado en toda suerte de cosas, siempre le he sido fiel a mi querido Munch, ésta es su oda.
he colocado esta imagen porque la encuentro muy representativa, para él la mujer es una vampiresa que le chupa la sangre a los hombres, que los consume. Todas sus pinturas tienen una vibración incómoda, su gama de rojos a la par con sus carnaciones verdosas hacen de sus composiciones inquietantes y nerviosas, las curvas de sus contornos lo hacen una especie de delirio. Sus pinturas parecen estar sumergidas en un delirio constante e infernal, Edward se debate en la dualidad, con esa faceta destructiva y terrorífica que a veces lo acosa.
El cabello de su vampiresa se derrama como si fuera sangre, el hombre es una criatura indefensa que se mece entre sus brazos… La angustia de Edward, la mía que me flagela todos los días, talvez la de cualquiera habla de lo mismo, y es que todo se trata de impotencia.

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